sábado, 30 de enero de 2016

Suicidio patológico

 Colgadura suicida del Príncipe de Condé.

Hay tendencia a considerar el sucidio como un incidente morboso y a admitir que la vida es un bien tan caro que querer perderla es insanía. Sin embargo, hay individuos para quienes la vida no vale la pena ser vivida. Son raros tal vez los casos en que el suicida no sea en sí morboso, pero existen ciertamente y, cuando una tentativa ha fracasado, será fundamental conocer el motivo. ¿Cuándo comienza el arácter morboso? Cuando el móvil aparece a los ojos de todos insuficiente, cuando el acto ha ido precedido de trastornos psíquicos. Dicho esto, consideremos las diversas modalidades del suicidio patológico:

1° - SUICIDIO POR NEGLIGENCIA, IMPRUDENCIA, ERROR

Es más bien un accidente que un suicidio; es un suicidio involuntario; se tratará de actos de idiotas, de imbéciles, de dementes: Un parlítico general abre un mechero de gas y se olvida de cerrarlo; otro absorbe un tóxico creyendo tomar un licor, aperitivo, etc.; un maníaco cae por una ventana en el curso de una crisis de agitación; un alcohólico, huyendo de una alucinación terrorífica, se precipita de su ventana, cae en un río. Este seudosuicidio es frecuente y he visto gran número de  casos en el servicio de delirantes del Hôtel-Dieu. En el mismo orden de ideas entra la inmersión involuntaria de los alcohólicos dormidos a orillas del Sena.

2° - SUICIDIO DEFENSIVO


Es el suicidio que pone fin a una persecusión; se ve bastante raramente por lo demás en los peseguidos.

3° - SUICIDIO POR OBEDIENCIA

Se encuentra en algunos alucinados, cuyas voces decretan el suicidio.

4° - SUICIDIO DE LIBERACIÓN

Es el que pone término al dolor, es el suicidio del melancólico. El melancólico se suicida porque es indigno, criminal, atacado de una enfermedad incurable o simplemente porque es demasiado desgraciado. Este suicidio se prepara sabiamente; el enfermo salva todas las vigilancias para lograr su objeto. Cuando mi internado en la Caridad, estando de guardia, me trajeron una mujer que acababa de tragar sublimado; se escapó de noche de sus enfermeros, subió al último piso y se precipitó al patio. En algunos casos el suicida no está preparado y se efectúa en un rapto ansioso que sobreviene a menudo por la mañana. El suicidio del melancólico, como diré más adelante, es a veces colectivo (asesinato altruista). M. de Clérambault ve un desacuerdo entre la inercia del melancólico y la actividad que requiere el suicida; por esto cree que se trata entonces de estados mixtos; el elemento maníaco da al melancólico la actividad transitoria que le es necesaria para darse la muerte. Hay que relacionar con esta variedad el suicidio del neurasténico hipocondríaco, del psicasténico y del obsesionado no impulsivo. 

El suicidio del obsesionado no impulsivo es el del enfermo que tiene la idea de la muerte, la duda de la muerte y de la enfermedad y que se mata para librarse de esta angustia. Todas las obsesiones pueden, por lo demás, terminar de este modo. Son suicidas por miseria moral. Esta miseria moral, cuando es congénita, constitucional, puede producir el suicidio por disgusto no motivado de la vida, el spleen (Le Savoureux, R. de Fursac) sin duda, hay que incluir el suicidio familiar. Es probable que en todo caso se trata de melancolía familiar. La miseria moral puede ser ocasional, pasajera, pero puede conducir al suicidio: es el suicidio nostálgico de los coloniales, de los soldados jóvenes; el cafard, según un término que la guerra ha hecho clásico; es también el suicidio de los niños a consecuencia de un reproche motivado o no motivado. Esta variedad entra en suma en la siguiente.

5° - SUCIDIO DE LOS DESEQUILIBRADOS

Es el suicidio por gloria, por vanidad, por ostentación. Este suicidio se realiza con un conjunto de detalles propios para impresionar y sorprender. La literatura abunda en hechos de este género, que, por el contrario, debería ocultar. Sé el lamentable fin de un joven dotado de viva inteligencia, que había dado ya producciones literarias interesantes, y que una noche, después de haber reunido numerosos amigos alegres para celebrar su vigésimo aniversario, pasó a su habitación, se acostó sobre flores y se alojó una bala en el cerebro. La mise en scéne de la muerte de la heroína de Bataille en Le Phaléne es un bello ejemplo de suicidio en ese orden en una tuberculosa. La histérica hace a menudo tentativa de suicidio teatrales, pero rara vez llega hasta el fin.

6° - SUICIDIO DE LOS DEMENTES

El suicidio en algunos dementes, secundario a una idea delirante o a una noción exacta del debilitamiento intelectual, es un suicidio lógico. Conozco la historia de dos paralíticos generales, al principio, que se suicidaron para librarse de la evolución inexorable de su mal. El suicido demencial no es esto y debe contener los elementos de la demencia, la falta de coordinación, el absurdo, la incoherencia. Tal paralítico general va a echarse en el Sena y se detiene recordando que su médico le ha prohíbido los baños fríos. Este otro, deseoso de destruirse por el gas, tapa cuidadosamente todas las aberturas de su cuarto, se pone en la cama y aguarda la muerte, habiéndose olvidado de abrir la espita del gas. Los dementes precoces, al principio, hacen a menudo tentativas de suicidio pueriles.

7° - SUICIDIO POR OBSESIONES IMPULSIVAS

Aquí el enfermo, después de haber luchado contra la impulstión, se deja vencer. Creo que esta impulsión es rara y generalmente hay obsesión ideativa y fobia de la muerte más bien que impulsión.

8° - SUICIDIO INCONSCIENTE

Puede encontrarse en algunos epilépticos en crisis (antes o después o como equivalentes), la tentativa a la monotonía de todos los actos del epiléptico.

9° - SUICIDIO COLECTIVO

No se trata de suicidio por asesinato altruista, sino de suicidio consentido, que es un hecho de contagio mental. El más frecuente es el doble suicidio, que llena diariamente los periódicos; el elemento activo, el hombre, se salva a menudo. El suicidio de las muchedumbres se ha visto en épocas de misticismo y en los países orientales; se cuenta que en ciertas fiestas los indios se hacían aplastar debajo de las pesadas patas de los elefantes sagrados. Se han observado casos de suicidio por imitación, en particular en los soldados.

Del "Manual de Psiquiatría" por el Dr. Levy-Valensi. Salvat Editores, Barcelona, 1930.             

sábado, 23 de enero de 2016

Post Mortem LXXXVII


Dos hermanitos son retratados juntos, en el mismo atúd. Su aspecto es sereno, como si durmieran. Ella con su vestidito blanco y su muñeco preferido. Él con su elegante levita y cuello de pajarita. Nunca sabremos que los llevó a la muerte al mismo tiempo y solo podemos especular en algún tipo  de accidente. Lo cierto es que en siglo XIX eran comunes las intoxicaciones debido al monóxido de carbono de las estufas en las habitaciones mal ventiladas. Pero es solo una especulación, ya no importa saberlo... Ellos siguen juntos para siempre, abrazados en la eternidad...

viernes, 22 de enero de 2016

La tumba de los esclavos

 Restos momificados de un esclavo negro de la época colonial descubiertos en 1994.

Grave denuncia se hizo en la reunión que celebró el Cabildo de Buenos Aires, el 27 de enero de 1803, en donde se hizo notar que los negros esclavos que fallecían eran arrojados por sus amos a los huecos y arrastrados por las calles a manera de cualquier bestia despreciable. Transcribimos el texto del acta de esta reunión, en la parte relacionada con nuestro tema:

"Se leyó una representación del caballero síndico procurador general, haciendo presente los desórdenes que se observan en la ciudad, de mantener en su centro los lotes de negros que arriban a este puerto; de no darles entierro a los que mueren arrojándolos en los huecos que tiene la ciudad; y arrastrándolos públicamente por las calles con escándalo del vecindario".

Bien se advierte que quienes procedían de esa manera eran los traficantes negreros, pero no los amos que los adquirían a su servicio. Son dos puntos de vista distintos. ,

De "La Sociedad Colonial. Buenos Aires entre los siglos XVI y XIX" de José Torre Revello. Ediciones Pannedille, Buenos Aires, 1970.

martes, 19 de enero de 2016

El alma y su salvación según el jainismo


La desgracia de la existencia consiste en que lo que es espiritual, jiva, se ignora como tal porque se deja invadir, sobrecargar de materia. De modo completamente análogo, aseguran nuestros médicos que nosotros sufrimos de artritismo porque los cristales de ácido úrico se acumulan en nuestras articulaciones: los males humanos resultan de residuos dejados por los actos anteriores. El karman, totalmente material, consiste en esta acumulación; nuestra personalidad está envuelta en ligaduras, bandha; este término permanecerá en el vocabulario índico, que conservará la noción de la servidumbre concebida como una ligazón. No sólo nuestras iniciativas puramente espirituales (virya) están trabadas, sino que nuestro intelecto se oscurece y extravía. También es necesario, cuando la ignorancia se hace demasiado densa, que un orientador del camino, que un salvador, nos revele a nosotros mismos.

Comprobaremos que las doctrinas de salvación, características del siglo VI, debieron calcarse en la medicina de la misma época: salvación, salud, ¿no son nociones paralelas? El descubrimiento de un "mal" implica el de un "remedio". Teoría de la existencia fenomenal y voluntad de salvación concerniente a un solo y mismo "hecho" que se trata de "deshacer". Cuando se sabe cómo se ha formado un nudo, se sabe desanudarlo. Física del karman y proceso de la liberación serán rigurosamente inversos, pero comportan las mismas condiciones. La liberación es el reverso de la esclavitud. Imperdir que el nuevo karman embarace nuestra fundamental espontaneidad; disolver, eliminar el karman acumulado en ella: he aquí, pues, el camino de la salvación, el remedio del sufrimiento. El ardor de la ascesis apresura la maduración de los residuos kármicos y opera una "limpieza" que , poniendo cada sustancia en su puesto, nos restituye en nuestra pureza nativa.

En esta preocupación de la integridad original, se manifiesta alguna afinidad con las doctrinas de Zoroastro. Otro punto común es el respeto meticuloso a toda vida, el horror al daño (ahimsa) causado a no importa qué animal. Los jainas podrán ante su boca un lienzo o un fino tamiz para no correr el riesgo de aspirar algún mosquito. El dualismo de lo espiritual y de lo material y hasta el gusto de lo blanco en el vestido de los cvetambaras, aumentan aún la analogía. Mortificación como medio antecedente, comprensión como medio último de liberación, he aquí el programa, más negativo que constructivo, de la austeridad jaina. El budismo, aun el del Pequeño Vehículo, presentará más urdimbre, más mescolanza, más sutilidad; admitirá, en el Gran Vehículo, desarrollo filosóficos ilimitados. El seco jainismo no tuvo nunca nada de Mahayana; permaneció, bajo su dogmática y su disciplina, bastante parecido a sí mismo a través de las edades, permanente supervivencia de opiniones y de creencias muy antiguas. Por esto, su conocimiento proporciona hitos muy preciosos al analista de la inteligencia índica.

De "La India antigua y su civilización" por P. Masso-Oursel, Philippe Stern y H. de Willman-Grabowska. UTEHA, México DF, 1957.

sábado, 16 de enero de 2016

La pasión de Sacco y Vanzetti


Título: "La pasión de Sacco y Vanzetti"
Autor: Ben Shahn
Técnica: Témpera sobre tela
Fecha: 1931

Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti eran dos inmigrantes italianos, fueron acusados de haber asesinado a un pagador y sereno de una fábrica de zapatos de South Braintree, Massachusetts, el 15 de abril de 1920. El proceso judicial causó un escándalo internacional y generó protestas en Europa y Latinoamérica, debido a las escasas e insuficientes pruebas. Pese a los pedidos de clemencia de todo el mundo, incluido el Papa, la condena se mantuvo inalterable y los acusados fueron ejecutados en la silla eléctrica el 23 de agosto de 1927. Antes de morir, Nicola Sacco se volvió hacia los testigos y gritó: ¡Viva la anarquía!

En 1977 Estados Unidos reconoció oficialmente el error procesal, las instancias del juicio fueron revisadas y finalmente Sacco y Vanzetti fueron exonerados el 23 de agosto de 1977 por el entonces gobernador de Massachusetts, Michael Dukakis. Se considera que en un contexto social en que se temía la llegada del comunismo tras la crisis social desatada por la crisis económica, el Estado creyó que debía dar una señal de escarmiento a las ideas anarquistas y socialistas.  

Cabe señalar que en esta notable pintura de denuncia hacia el sistema político estadounidense, del pintor Ben Shahn (1898-1969) apreciamos las virtudes de dibujante de este pintor norteamericano que se ponen al servicio de la crítica social.

jueves, 14 de enero de 2016

El entierro de Boris Pasternak


El escritor ruso Boris Pasternak (1890-1960) se vio obligado a rechazar el Premio Nobel de Literatura que le fue concedido en 1958 debido a la actitud de las autoridades literarias soviéticas. Su novela El doctor Jivago, cuya edición en ruso le fue prohibida, se publicó fuera de la Unión Soviética y fue traducido a los principales idiomas del mundo. Pasternak que era cristiano ortodoxo, murió tras larga enfermedad el 30 de mayo de 1960. He aquí un aspecto del entierro del gran poeta ruso.

miércoles, 13 de enero de 2016

Rodó en el Cementerio Central de Montevideo


El gran escritor uruguayo José Enrique Rodó (1871-1917) aparece fotografiado mientras pronuncia su discurso fúnebre en el Cementerio Central de Montevideo, con motivo de la repatriación de los restos de Juan Carlos Gómez al Uruguay el 8 de octubre de 1905. Cabe señalar que en la actualidad, tanto los restos de Juan Carlos Gómez, como los de Rodó descansan en el mismo lugar: el Panteón Nacional.