Esta fotografía, de alrededor de 1860, es realmente perturbadora. Observen la pose inusual y desgarradora de la criatura con la cabeza recostada en el regazo de su madre. Los ojos y la boca abiertos le dan un aspecto tétrico. Los cuatro personajes de la foto nos miran fijamente, con sus ojos clavados en nosotros en un instante eterno y congelado para siempre...
Me resulta aterradora.
ResponderEliminarojos de cristal que ya no van a ver nunca mas...
ResponderEliminarGracias por sus comentarios y me gutó mucho tu frase Jardel...
ResponderEliminarLa verdad que tremenda el rostro de los demas, es como transmiten el dolor de lo ocurrido!
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