jueves, 9 de junio de 2011

Post Mortem XXXIV


En este caso estamos muy problablemente ante una fotografía post-mortem. Así lo evidencia la expresión de los ojos, desmesuradamente abiertos pero sin vida  que nos miran fijamente y las manos que se encuentran en una pose antinatural. El aspecto de la mujer es gélido y lívido y nos habla de una larga y penosa enfermedad que la llevó a la tumba.. Es una imagen cruda e inquietante.

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