En un rincón perdido del Cementerio Viejo de Paysandú, se encuentra esta antigua tumba que contiene los restos del niño José Castell fallecido a los 11 años, 2 meses y 3 días, el 21 de junio de 1839. La leyenda de su lápida es conmovedora y expresa el dolor de su familia por ese hijo en quien depositaban todas sus esperanzas. Lo imagino alegre y feliz, mimado por sus padres, jugando con sus hermanos... En cualquier época y lugar, no hay mayor tristeza que la muerte de un niño y hoy nos ha tocado recordar a este chico que pasó brevemente por este mundo y se fué hacia la eternidad hace 172 años...
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