Febrero 12 de 1950
Querido Dr. Marcus,
Un ser humano es una parte de un todo, al que llamamos “Universo”, una parte limitada en el tiempo y el espacio. Él experimenta por si mismo (sus pensamientos y sensaciones) como si estuvieran apartados del resto; una especie de falsa ilusión óptica producida por su conciencia. El esfuerzo necesario para liberarse a uno mismo de esta falsa ilusión es un problema que debe resolver la verdadera religión. No alimentar esta falsa ilusión, sino intentar superarla, es la única forma de alcanzar un nivel de paz mental asequible.
Con mis mejores deseos,Sinceramente suyo,
Albert Einstein.
Esta carta de condolencia fue escrita por Albert Einstein a Robert S. Marcus en febrero de 1950. Por aquel entonces Marcus era director político del Congreso Mundial Judío y acababa de perder a su hijo debido a la poliomelitis. Se aprecia la genialidad y el agudo sentido irónico del gran físico. No se podía esperar menos del hombre que cambió al mundo...
2 comentarios:
Interesantisima y propia del genio de Albert. No la conocía así que te agradezco por publicarla. Slds.
Gracias por tu comentario amigo y bienvenido al blog!!
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