martes, 14 de febrero de 2017

Juntos por toda la eternidad...


Los musulmanes creen que el día del juicio final, cuando el réprobo saldrá de su tumba, todo el mal que haya hecho en vida, se le presentará en una forma tan horrible, que su presencia aumentará su tormento. Este monstruo derribará al impío con su apestoso aliento, y le dirá: - ¿Me conoces?

- No -dirá el réprobo-. ¡Nunca pude concebir cosa tan horrible como tú! - Pues bien -dirá el monstruo-, comienza a conocerme. Yo soy el mal que has hecho durante tu vida. Tú me has puesto en el mundo, y vas a llevarme ahora.

Y levantando al impío con sus garras, se lo echará a los hombros, gritando: -¿Véis mi horrible fealdad? ¡Anatema contra el que me dió vida!

Del compendio "Joyas de las Literaturas Orientales". Editorial Pávlov. México DF, s/f.                   

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