lunes, 30 de diciembre de 2019

Comprobación de la muerte


Si a la llegada del hospital o consultorio se comprueba el fallecimiento, se registrará de la manera usual, y cualquier dato referente al accidentem, causa de la muerte, etc. , se asentará en el informe o acta. El médico que atienda el caso deberá asegurarse de la total falta de vida. Las pruebas usuales para comprobar la muerte son las siguientes:

I - Rigidez cadavérica. Accesoriamente lividez.
II - Ausencia del latido cardíaco comprobada mediante el estetoscopio.
III - Ausencia del pulso arterial, por la palpación.
IV - Ausencia de ruidos respiratorios, por el estetoscopio.
V - Falta de empañamiento en un espejo sostenido sobre la cara.
VI - Ausencia del reflejo corneal.
VII - Ausencia de respuesta al estímulo doloroso.
VIII - Línea horizontal en el trazado electrocardiográfico.
IX - Ausencia de presión sanguínea, comprobada mediante el uso del esfigmomanómetro. Esta prueba es sólo confirmatoria de la muerte, pero no de validez concluyente.

Si alguna duda hay sobre la posibilidad de vida se tomarán medidas inmediatamente, incluyendo respiración artificial por métodos mecánicos o manuales, estimulación cardíaca, respiratoria y terapéutica antishock. En ausencia de actividad cardíaca, pero sospechándose signos de respiración, se ensayará masaje manual cardíaco, siempre que se cuente con los medios necesarios y el médico conozca la técnica.

En casos dudosos, el paciente será observado a intervalos frecuentes, y todo hallazgo o condición será anotado en detalle, hasta que no haya absolutamente ninguna duda de que la vida está ausente. El informe deberá incluir datos referentes a evidencia externa de lesión o traumatismo, hora en que tuvo lugar el fallecimiento y opinión del médico sobre la causa del mismo.

De "Medicina de Urgencia, tratamiento y conducta" por el Dr. Thos Flint. Librería Editorial "El Ateneo". Buenos Aires, 1955.

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