martes, 22 de mayo de 2012

Desgracias de que están libres los naturistas



UN HORRIBLE ACCIDENTE

En Buenos Aires, tres niños del señor Hermann Wartz, se asfixiaron con gas de alumbrado, por haber un escape en la habitación en que dormían. Los dos mayores -varones- están graves; la menor -una nena de seis años- ha muerto.

Si esos niños hubieran dormido con las puertas abiertas, el gas no los hubiera asfixiado. La verdadera causa del mal no es pues el escape sino la falta de ventilación. Sus propias emanaciones y el empobrecimiento progresivo del aire, minaba también, aunque más lentamente, la vida de los pobres niños. Esta desgracia es una de las tantas que hay que atribuir a la falta de conocimientos naturológicos.

¡Cuantos médicos habrán visitado la casa, sin ocurrírseles jamás iniciar al señor Hermann Wartz en un conocimiento tan elemental y tan necesario, como el de la higiene de la respiración! En cambio ningún naturista hubiese olvidado ese detalle.


De la revista naturista "Natura"; Año V, Núm. LIII, p.119; Montevideo, mayo de 1908.

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