martes, 3 de enero de 2012

Como quien recibe a una dama...



Entre los emigrados argentinos que se habían radicado en Montevideo durante la Guerra Grande (1839-1851), se encontraba un abogado muy prestigioso, el doctor Agüero. Después de haber estado enfermo por largo tiempo, un día el doctor Agüero cree darse cuenta... de que va a morir. Entonces se afeita, se lava, se viste con la mejor ropa negra que tenía, llama a sus familiares, se despide con afecto de cada uno, les pide que se retiren. Cuando se queda solo, cierra la puerta, se sienta en un sillón, reclina la cabeza. Y en efecto, muere. Así lo encuentran poco después sus familiares cuando regresan preocupados; plácidamente inmóvil, sin un gesto de alteración...

Del libro "Boulevard Sarandí: 250 años de Montevideo, anécdotas, gentes, sucesos" de Milton Schinca; Ediciones de la Banda Oriental, Montevideo, 1976.

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