1. ¿Qué cosa es morir? Es dejar todo lo de este mundo; parientes, amigos, conocidos, bienes, riquezas, honores, empleos, placeres, gustos, diversiones... Todo, hasta tu mismo cuerpo... ¡Qué locura desvivirse ahora tanto por él, ni por ninguna cosa del mundo...! ¡Qué estupidez olvidar por cosas tan fútiles el fin dichoso para que fuimos criados!
2. ¡He de morir! Es lo único que sé de cierto sobre mi porvenir. Statutum est (1). La sentencia está dada, e irrevocablemente. He de morir; pero no sé el tiempo: ¿será este año...? ¿esta semana...? ¿hoy mismo...? Bien puede ser; pero no sé cuando. Puedo morir en esta hora; pero no sé el lugar. ¿Quisieras que fuese en el teatro (2), en el baile, en aquella ocasión?
3. No sé como moriré; si en gracia, o en pecado. ¿Y peco con tanta facilidad? ¿Y paso insensible días, meses y años en pecado? ¿Y no dejaré todavía esta ocasión de pecado? ¿qué fe es la mía?
Fruto: Si ahora tuviese que morir, ¿cómo quisiera haber vivido? ¿Qué confesión, qué penitencia quisiera haber hecho? Haré, pues, ahora lo que en aquel trance quisiera haber hecho.
(1) Hebr. IX, v.27.
(2) Treinta y cuatro teatros ardieron en 1882. ¡Cuántas víctimas en Niza y en Viena!
Del "Áncora de Salvación" del R.P. José Mach; Librería de la Vda. de Ch. Bouret, París, 1907.
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