"El Viejo y la Muerte", óleo de Joseph Wright Derby
Entre montes, por áspero camino,
Tropezando con una y otra peña,
Iba un viejo cargado con su leña,
Maldiciendo su mísero destino.
Al fin cayó; y viéndose de suerte
Que apenas levantarse podía,
Llamaba con colérica porfia,
Una, dos y tres veces a la Muerte.
Armada de guadaña, en esqueleto
La Parca se le ofreció en aquel punto;
Pero el viejo, temiendo ser difunto,
Lleno más de terror que de respeto.
Trémulo le decía y balbuciente:
-Yo... señora... os llamé desesperado.
-Pero... acaba: ¿qué quieres, desdichado?
-Que me cargues la leña solamente.
Tenga paciencia quien se crea infelice;
Que aún en la situación más lamentable,
Es la vida del hombre siempre amable:
El viejo de la leña nos lo dice.
Samaniego
De las "Fábulas" de Félix María Samaniego; Imprenta que fue de Fuentebruno, Madrid, 1841.
1 comentario:
FELÍX MARÍA SAMANIEGO (1745-1801): Las Fabulas (1781) de Samaniego obtuvieron gran éxito desde su publicación y han sido utilizadas como texto escolar durante años. Toman su asunto de Esopo, La Fontaine, Iriarte y John Gay y lo adapta en un estilo natural y gracioso, sin metáforas ni recursos literarios difíciles.
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