miércoles, 30 de noviembre de 2011

Post Mortem XLIV



Hermana María Josefina, 1873.

martes, 29 de noviembre de 2011

Post Mortem XLIII

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Un velatorio de cuerpo presente en la oscura España rural de la época de Franco. La fotografía fue tomada en el año 1950 por el fotógrafo norteamericano W. Eugene Smith (1918-1978).

sábado, 26 de noviembre de 2011

Fosa común


En la fotografía se aprecian varios restos humanos encontrados en una fosa común, cerca de la localidad de Weston, Florida, el 21 de abril de 1911. Dichos restos pertenecen a combatientes de la Guerra de Secesión norteamericana (1861-1865) y fueron redescubiertos en una granja hace ya más de 100 años. 

viernes, 25 de noviembre de 2011

El suicidio no existe


Existe una norma no escrita en los medios de comunicación que impide publicar imágenes de suicidas, tanto durante la acción de acabar con su vida como cuando han consumado su acción. El suicidio es la primera causa de muerte no natural en el mundo. Incluso se llega a no informar de estos hechos. Este reportaje de Elena Mengual y Daniel Izeddin aporta algunos datos estremecedores. En definitiva, el suicido es una epidemia sin fotografías.

Ahora la Advertising Standards Authority (ASA), que vigila la imagen que emite la publicidad en el Reino Unido, ha prohibibido un anuncio de la marca Miu Miu. Se trata de una foto tomada por Bruce Weber, uno de los más reputados entre los fotógrafos de moda. La fotografía ha sido calificada como 'irresponsable y que viola el Código que impide mostrar a un menor en una situación peligrosa'. La protagonista es la actriz estadounidense Hailee Steinfeld, 14 años de edad.

En la imagen, la joven permanece sentada en las vías de un ferrocarril abandonado.La marca de moda explicó que la intención era representar a una actriz en un plató de cine, relajada entre toma y toma. A pesar de ello, la ASA asegura que se muestra una 'situación potencialmente peligrosa'. 

Vía │  El Mundo.es

domingo, 20 de noviembre de 2011

Post Mortem XLII: la heroína


Imágen del cadáver de una partisana holandesa  en su ataúd colmado de flores. Esta joven mujer luchó valientemente durante la invasión alemana a su país y fue abatida en octubre de 1943, poco antes de la liberación, que no llegó a ver pero que contribuyó a lograr.

viernes, 18 de noviembre de 2011

La última molestia


Les invito a leer este breve cuento del escritor mexicano Amado Nervo (1870-1919) que es uno de los principales exponentes del movimiento modernista en la lengua española. "La Última Molestia " integra la colección titulada "Cuentos Misteriosos".

Y aconteció que el carro fúnebre de tercera clase, con sus dos escuálidos caballejos, metió- se entre los rieles del tranvía.
Cuando el conductor quiso evitarlo, ya era tarde.
–¡Nos ha estropeado el viaje! –exclamó con agresivo mal humor.
El carro, como si tal cosa, arrastrábase penosamente por el arroyo. Bostezaba el cochero bajo su grasiento sombrero de copa (pues la categoría del difunto no había requerido la peluca blanca) y el ataúd negro con cintas amarillas, mal cerrado, parecía bostezar también su interminable bostezo de eternidad...
Aun cuando suele decirse que los muertos van de prisa, ello se entiende, ¡claro!, de la trayectoria de su recuerdo por nuestra retentiva. Este recuerdo atraviesa la memoria a muchos miles de metros por segundo; es fugaz como los aerolitos. En el cielo de ciertos espíritus, deja como algunos bólidos, un trémulo rastro de oro, más o menos efímero; pero, en la realidad de las almas, se desvanece bien pronto.
Sabido es el delicioso cuento (de Anatole
France): cierto turista se encontró en un cementerio japonés a una viudita harto apetitosa, que agitaba su abanico sobre la recién removida tierra del sepulcro de su marido, llorando a lágrima viva.
«¿Por qué tan peregrino rito fúnebre?» –preguntó el viajero a su guía, quien interrogando a su vez a la viudita, escuchó esta ingenua y admirable respuesta:
–«Mi esposo, en su lecho de muerte, me hizo jurar que no lo olvidaría mientras estuviese húmeda la tierra de su fosa»...
...¡Y por eso soplaba, diligentemente, con su abanico, la viudita!
¡El escéptico y filósofo marido nipón, que conocía bien a su mujer, le había pedido poquísima cosa..., y, sin embargo, estuvo a punto de pedirle demasiado!
¡Ah, sí, los muertos van de prisa en nuestra memoria.., pero van muy despacio al cementerio, y la carroza de tercera clase de mi cuento marchaba con una lentitud verdaderamente.., fúnebre!
Los ocupantes del tranvía empezaban a impacientarse.
–¡Voy a perder mitren para El Escorial! –gemía una fiel esposa–. Y mi marido estará inquietísimo... ¡Tendré que telegrafiare!
–Yo iba a San Antonio de la Florida con mis niñas –afirmaba una crasa mamá, flanqueada por dos muchachas morenas, de buen ver–, pero a este paso llegaré para la cena...
–Es insoportable la estrechez de las calles –vociferó un señor de opiniones avanzadas–. En más de dos años que lleva en el poder el partido conservador, ya podía haberse abierto la Gran Vía, que ha de descongestionar un poco a este Madrid de mis pecados...
El cobrador trataba de calmar los ánimos con la perspectiva de la próxima llegada al tramo más ancho de la calle, donde el carro fúnebre se echaría a la izquierda, y el tranvía, desdeñosamente, pasaría a la derecha.

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¿Y el muerto? El muerto, en tanto, sin pizca de impaciencia, seguía allí, muy ricamente, extendido dentro de su caja negra y amarilla.
–Será la última molestia que el pobre dé en su vida! –suspiró una anciana que iba en un rincón del tranvía.
¡La última molestia! El pobre, en efecto, debió tener raras ocasiones de molestar al prójimo. La muerte le reservaba una suprema compensación: iba a hacer perder a una fiel esposa su tren para El Escorial; a una mamá gorda con sus chicas, su paseo por los alrededores de San Antonio de la Florida. ¡Iba a impacientar a los novios de las niñas y a ser causa tal vez de un rompimiento, y, lo que es más grave aún, servía de pretexto para que un señor de ideas avanzadas, criticara al gobierno!
Eran demasiados desquites para tan modesto cadáver...
¡Su alma debía sonreír con una sonrisa absolutamente espiritual, en el seno de la Cuarta Dimensión!


Amado Nervo

jueves, 17 de noviembre de 2011

Post Mortem XLI


Nuevamente nos encontramos ante una fotografía post mortem excepcional. En especial las imágenes de niños fallecidos son las que poseen mayor dramatismo, como en este caso.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Albert Einstein, un genio hasta para enviar un pésame...


              Febrero 12 de 1950
Querido Dr. Marcus,
Un ser humano es una parte de un todo, al que llamamos “Universo”, una parte limitada en el tiempo y el espacio. Él experimenta por si mismo (sus pensamientos y sensaciones) como si estuvieran apartados del resto; una especie de falsa ilusión óptica producida por su conciencia. El esfuerzo necesario para liberarse a uno mismo de esta falsa ilusión es un problema que debe resolver la verdadera religión. No alimentar esta falsa ilusión, sino intentar superarla, es la única forma de alcanzar un nivel de paz mental asequible.

Con mis mejores deseos,
Sinceramente suyo,
Albert Einstein.


Esta carta de condolencia fue escrita por Albert Einstein a Robert S. Marcus en febrero de 1950. Por aquel entonces Marcus era director político del Congreso Mundial Judío y acababa de perder a su hijo debido a la poliomelitis. Se aprecia la genialidad y el agudo sentido irónico del gran físico. No se podía esperar menos del hombre que cambió al mundo...

martes, 8 de noviembre de 2011

Post Mortem XL: "Nuestro querido"



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En esta fotografía post mortem se aprecia al niño John A. Eaglen, de tres años de edad, fallecido el 18 de mayo de 1914 en Washington D.C. El chico se encuentra en su ataúd blanco que posee en su tapa una placa grabada con la frase "Our darling" que expresa la tristeza inconsolable de sus padres. Por cierto que rara vez tenemos la oportunidad de conocer el nombre, el lugar y la fecha del fallecido por lo que este caso nos resulta muy interesante.

¿Cómo saber si una persona está realmente muerta?


Curioso método descrito en la revista española Ilustración Non Plus Ultra del 9 de setiembre de 1886 para comprobar si una persona está o no realmente muerta...

domingo, 6 de noviembre de 2011

Morirse es un mal negocio




Generado por: Actibva

Si bien esta infografía se refiere al costo de un funeral en España (en el orden de los 2.400 euros), la cosa por estas latitudes no es muy distinta. Morirse aquí es carísimo, uno debe estar toda la vida pagando un servicio fúnebre a empresas que lucran de forma increíble a costas de la muerte. Contrariamente a lo que pueda pensarse, optar por la cremación puede llegar a ser más caro que un entierro. Como se puede ver, para los pobres morirse no es un buen negocio, hasta en eso están jodidos. Como dijo García Márquez: "El día que la mierda tenga algún valor, los pobres nacerán sin culo"

martes, 1 de noviembre de 2011

La muerte erótica










Fotografías de Alex Stoddard