sábado, 27 de diciembre de 2014

Las visitas de duelo


Las visitas de duelo no están permitidas a las personas de etiqueta, quienes sólo pueden hacerlas en el  aniversario de la muerte acaecida (...). Es una vulgaridad creerse autorizado para hacer una visita de duelo, (...) sólo por haber llevado amistad íntima con el difunto, sin tener ninguna confianza con las personas de la familia dolorida.

Las visitas de duelo que se hacen dentro de los ocho primeros días de acaecida la muerte, no son recibidas personalmente por los deudos muy inmediatos del difunto, como padres, esposos, etc., los cuales permanecen entre tanto apartados de toda comunicación con la sociedad, y tan sólo rodeados de aquellos de sus parientes con quienes tienen mayor confianza, y de algún íntimo amigo que los haya acompañado en los cuidados y fatigas de la enfermedad. El término expresado puede prorrogarse por algunos días más, según el estado de dolor de las personas.

Tampoco son recibidas personaalmente las visitas de pésame, por los deudos del difunto (...), hasta pasados quince días de la inhumación del cadáver; bien que, de los ocho días en adelante, suelen ya recibir ellos mismos a las personas de mayor confianza. Ambos términos pueden prorrogarse prudencialmente, según las circunstancias especiales que concurran en cada caso.

Del "Manual de Urbanidad y Buenas Maneras para uso de la juventud de ambos sexos" por Manuel Antonio Carreño. Garnier Hnos; Libreros-Editores, París, s/f.        

sábado, 6 de diciembre de 2014

Tintoretto pinta a su hija muerta


Título: Tintoretto pinta a su hija muerta
Autor: Léon Cogniet (1794-1880)
Técnica: Óleo sobre tela
Ubicación: Museo de Bellas Artes de Orléans
Fecha: 1843

El pintor académico francés Léon Cogniet ha retratado a su colega renacentista Tintoretto (1518-1590) pintando a su hija muerta en el acto durante un parto cuando tenía 36 años de edad. Obsérvese el porte hierático y solemne y la mirada trágica del maestro que sobrelleva su dolor con una enorme dignidad y realiza, con esta pintura, su último gran acto de amor hacia su hija. Ésta, por su parte, aparece representada como una Venus dormida, una característica propia de la escuela académica francesa de los siglos XVIII y XIX.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Sentencias de Séneca acerca de la muerte



Morirás: esta no es pena, sino naturaleza del hombre. Morirás: con esta condición entré que había de salir. Morirás: este es derecho de las gentes, volver lo que recibiste. Morirás: esta vida es un romería que se acaba; a eso vine, esto hago, todos los días me llevan al término que la naturaleza me puso cuando nací; ¿de qué me puedo quejar? No soy el primero ni seré el postrero; muchos han ido delante, y todos me seguirán. Pero morirás mozo... por ventura con esa muerte me libraré de algún gran mal, y a lo menos de la vejez.

Perdido he el hermano... loco es el que llora las caídas de los motales. ¿Es esta cosa nueva o maravillosa? ¿Qué casa hay de plebeyo ni de rey, que no tenga sus muertes y sus tristezas? La muerte, el destierro, el llanto, el dolor, no son suplicios, sino censos y tributos de la vida. Gran consuelo es pensar que lo que os ha acontecido a vos, ha acontecido a todos los que han vivido antes de vos, y acontecerá a todos los que después han de venir.

Y por esto ha querido la naturaleza hacer que sea tan común y universal la muerte, para que siendo lo que es más terrible, a todos inevitable, nos consolemos con la igualdad. También será parte de consuelo, el considerar que este tu dolor no aprovecha para ninguna cosa, ni al difunto ni a ti; así no querrás que sea largo y prolijo lo que no puede aprovechar.

Del "Tratado de la Tribulación" del P. Pedro de Ribadeneira; Editorial Mosca Hnos; Montevideo, 1944.

viernes, 21 de noviembre de 2014

El espiritismo es el mejor antídoto contra el temor a la muerte

 


Acostumbramos a mirar a la muerte con temor y repugnancia, y nuestra imaginación se complace en prestarle las tintas más negras de su rica colección, las más extravagantes imágenes de sus tesoros fantásticos: se la pinta generalmente en forma de un esqueleto humano armado de afilada guadaña, listo para dividir el hilo de la vida en el momento menos pensado. Lo último no carece de verdad, y tal incertidumbre que a primera vista inquieta y asusta, es no obstante, bien examinada, un beneficio real que Dios nos ha concedido en su eterna bondad y sabiduría.En efecto, la noticia exacta del límite de nuestra existencia terrena, amargaría sin tregua el tránsito rápido de la vida, y hasta llegaria a ser un inconveniente para nuestro adelanto moral e intelectual, sobre todo en aquellas personas que todo lo refieren a los efímeros placeres del mundo, sin tener ideas claras y definidas de su ser, ni de su suerte futura; muchos nobles estímulos desaparecerían, y los mejores y más enérgicos propósitos se entibiarían en nuestro ánimo, o serían mal ejecutados bajo la influencia del desaliento que traería aparejada la noción fija de nuestra hora final.

Por el contrario, la incertidumbre del momento último de nuestra peregrinación terrestre agranda los horizontes de nuestras esperanzas, expande nuestro espíritu y nuestro corazón, y mecidos en brazos de nuestras ilusiones, apenas nos apercibimos de que todo lo que tiene vida perece mas tarde o mas temprano, siendo el Creador la única excepción de esa ley universal y eterna.¿Más, por qué miramos a la muerte por un prisma tan falaz, que nos la presenta como la última y más tremenda de las catástrofes que pueden abrumar a la mísera humanidad?  Preguntádselo a nuestras preocupaciones, a nuestra ignorancia, a nuestro egoísmo, y consultad sobre esto el catálogo de nuestro extravíos y de nuestras demencias. A no dudarlo, los antiguos era más razonables que nosotros, aunque los dejamos a muchos centernares de años a la retaguardia.Verdad es que ni los griegos, ni los romanos alzaron templos, ni altares a la Muerte, sin embargo que la daban por padre a la Noche, y al Sueño por hermana y compañera; pero no le atribuian los horribles rasgos y símbolos que, en tiempos más recientes, las creencias populares se han entretenido en dibujarla.

En la antiguedad, con más o menos excepciones, entre otros símbolos o figuras con que los pueblos se complacían en representarla, era uno, la de una joven bella, durmiendo el sueño eterno en los brazos de su silenciosa madre, la Noche, y al lado de su perezosa hermana, el Sueño.Nos parece que ese significativo cuadro daba una una idea más verosímil, a par que menos asustadora de la muerte, y que las ideas que de su contemplación surgían retemplaban mejor el ánimo, para soportar con mayor dignidad y valentía la materialidad del trance final que tan gravemente preocupa a las masas inconscientes en medio de las epidemias, o de otros desastres con que la Providencia suele probar a los hombres, o hacerles expiar sus crímenes, en el interés de su progreso. El temor a la muerte, es pues, una enfermedad del Espíritu favorecida por preocupaciones que la verdadera religión y el Espiritismo condenan y que la razón ayudada por los conocimientos espiritas acaba por destruir totalmente.

De la "Revista Espiritista, periódico de estudios sicológicos"; Año I, Num. 12, Montevideo, mayo de 1873.

lunes, 17 de noviembre de 2014

La muerte según Carl Gustav Jung

El periodista John Freeman entrevista a C.G. Jung para el programa de la BBC “Face to Face” (1959.

domingo, 16 de noviembre de 2014

A la memoria de Adolfo Berro: la juventud de su patria


Adolfo Berro nació en Montevideo el 11 de agosto de 1819. Cursó jurisprudencia e hizo su práctica al lado de Florencio Varela, cuya amistad sin duda decidió la vocación del poeta. Su nombre, que quedado estrechamente vinculado a la historia literaria del país, representa la tradición de toda una época. Sin embargo su gloria no está en lo que ha sido, sino que hubiera podido ser. Sus composiciones tiernas y melancólicas, inspiradas en el incoloro romanticismo de principio de siglo, son frutos de una sensibilidad exquisita. No hay en ellas arranques épicos ni gritos inspirados; un sentimentalismo sereno y dulce guía al poeta. Pero en todos sus versos hay una suma de candor y sinceridad que los hace adorables. Poco tiempo antes de morir reunió sus composiciones en un volúmen titulado Versos. Su temprana muerte produjo un verdadero duelo. Falleció en 1841, a los 22 años. Sobre su tumba Juan Carlos Gómez se reveló recitando unos hermosos versos. La juventud de la época erigió un monumento en la necrópolis al poeta. Su lema dice: "A la memoria de Adolfo Berro. La juventud de su patria. Año 1841. R.I.P."

De "El Parnaso Oriental; antología de poetas uruguayos"; Montevideo, 1905.




miércoles, 12 de noviembre de 2014

Lázaro resucitado


El escultor inglés Jacob Epstein (1880-1959) contempla su famosa obra representando a Lázaro resucitado, que fue expuesta el Park Battersea de Londres en 1951. Prescindiendo de todo convencionalismo, Epstein imprimió a sus obras el sello de una deformacion expresivista acentuada por los temas religiosos, bíblicos o sociales de sus esculturas.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Muerte cruel de una inmaculada doncella

 
La doncella de Orléans condujo al ejército francés a tantas victorias, que los ingleses la creyeron una hechicera, aunque no faltaron quienes la tuviesen por santa. Después de una batalla, algunos franceses cerraron las puertas de la fortaleza en que pudo haberse salvado Juana de Arco, y, merced a esta traición, la joven fue hecha prisionera. Los ingleses la quemaron viva en la plaza pública de Ruán. Su memoria vivirá siempre unida a un admirable ejemplo del más puro heroísmo.

De  "El Tesoro de la Juventud o Enciclopedia de Conocimientos" (Tomo I); W. M. Jackson, Inc., Editores, Nueva York, s/f.



lunes, 27 de octubre de 2014

Experimentos de galvanismo en cadáveres (1804)


A fines del siglo XVIII y principios del XIX hubo una auge impresionante del galvanismo, teoría de Luigi Galvani según la cual el cerebro de los animales produce electricidad que es transferida por los nervios, acumulada en los músculos y disparada para producir el movimiento de los miembros. Esta singular teoría recorrió los claustros universitarios europeos y americanos. Los experimentos con animales, y hasta con cadáveres humanos, alentaban la secreta esperanza de que, mediante la electricidad, pudieran sanarse enfermedades que provocaban parálisis y aún reanimar un cuerpo muerto. La ilustración que mostramos data de 1804 y muestra algunos de esos grotescos experimentos con cadáveres.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Post Mortem LXXXI: Zoya Kosmodemyanskaya


Zoya Anatolyevna Kosmodemyanskaya(13/IX-/1923 - 29/XI/1941) fue una partisana soviética durante la Segunda Guerra Mundial. Siendo apenas una adolescente, participó en varios operativos contra las infraestructuras de los nazis. Tras ser capturada, junto a otros partisanos, fue torturada salvajemente y ahorcada. Su cadáver fue vejado. A su muerte tenía apenas 18 años e inmediatamente fue considerada mártir y como condecorada Heroína de la Unión Soviética.

jueves, 28 de agosto de 2014

Homicidio de cinco niños por un niño de doce años



Se lee en la Gaceta de Silesia: Escriben de Bolkenham, el 20 de octubre de 1867 que acaba de cometerse un crímen espantoso por un joven de 12 años. El domingo último, los tres hijos de Mr. Hubner, clavero, y otros dos de Mr. Fritche, zapatero, jugaban juntos en casa de este último. El joven H..., conocido por su mal carácter, se les reúne y les persuade a entrar en un cofre que estaba en una casilla al extremo de la casa, y que le servía al zapatero para transportar sus mercaderías a la feria. Los cinco niños apenas caben en la caja, pero se oprimen en ella, y se ponen unos sobre otros riendo.

Así que estuvieron todos dentro, el monstruo cierra el cofre, se sienta encima, y se queda tres cuartos de hora escuchando sus gritos primero, y después sus gemidos. Por fin cuando el estertor de agonía cesó, y él los creyó muertos, abre el cofre: los niños aún respiraban; vuelve a cerrarlo con el cerrojo y vase a jugar a la cometa. Pero saliendo del jardín fue visto por una niña.

Fácil es comprender la ansiedad de los padres cuando se apercibieron de la desaparición de los niños,  de desesperación cuando después de prolijas investigaciones, los encontraron en el cofre. Uno de los niños vivía aún, pero no tardó en expirar.. Denunciado el joven H..., por la niñita que le había visto salir de la casilla, confesó su crímen con la mayor sangre fría, y sin manifestar ningún arrepentimiento. Las cinco víctimas, un niño y cuatro niñas de 4 a 9 años han sido enterradas juntas hoy.

De la "Revista Espiritista; periódico de estudios psicológicos". Año I; N° 4; Montevideo, setiembre de 1872.

sábado, 16 de agosto de 2014

Post Mortem LXXX


Esta niña, en su ataúd blanco, sus mantillas y sus flores blancas, parece adormecida y tranquila como una Ofelia dejándose llevar por las aguas de la muerte...

domingo, 27 de julio de 2014

Estrangulación y heridas profundas


"Estrangulamiento con lazo y heridas profundas". Así reza la figura 30 de un famoso tratado de medicina forense escrito por el patólogo argentino Nerio Rojas. La imagen ilustra el Capítulo II, titulado "Estrangulación. Ahorcadura. Sumersión".

De "Medicina Legal" del Dr. Nerio Rojas. Editorial "El Ateneo", Buenos Aires, 1947.

viernes, 18 de julio de 2014

Prólogo imposible...

 


La muerte es poderosa, pero la realización de la vida resume el sentido de la eternidad. Y pocos como ella le dieron a la fugacidad de su tiempo la dimensión de una existencia realizada. Porque la vida de Margarita Isnardi tuvo la densidad trágica de los señalados.

Vivió para la acción y la sabiduria y enfrentó a la muerte con una increíble y férrea lucidez. Para ella, la ciencia fue un modo de expresar su rigurosa y esperanzada concepción de la vida y de traducirla con sacrificio. Pocas veces se conjugó la objetividad del saber con un modo poético de vivir; el dolor lacerante con el obseso cumplimiento del deber; la búsqueda de una verdad trascendente, con el compromiso con su tiempo.Estaba tallada en la implacabilidad del heroísmo.

Este es un libro escrito en una larga carrera contra el dolor y la muerte. La palabra ucha, de su título, era un imperativo de su conducta.  - ¿Cómo es? ¡No, no tengo miedo!, - fueron sus últimas palabras. Saber y enfrentar hasta el fin la alegría de vivir, la esperanza en un mundo que ella sabía empezando dialécticamente aquí y ahora. Sí, todo heroísmo.

Prólogo de "La lucha por ser hombre" de Margarita Isnardi. Fundación Editorial Unión del Magisterio. Montevideo, 1970.

domingo, 29 de junio de 2014

Agonía


Agonía, s.f (agoonia, combate): Período de transición de la vida a la muerte, caracterizado por la debilidad circulatoria, causa de insuficiente riego cerebral y de la disminución o la abolición de la inteligencia.

Del "Diccionario de los Términos Técnicos usados en Medicina" por los doctores M. Garnier y V. Delamare. Casa Editorial Bailly-Bailliere S.A. Madrid, 1924.

sábado, 28 de junio de 2014

Morir, morir...


¡Oh, dioses de la amargura! Quiero sobrevivir a vuestras cenizas;  a carcajadas quiero renacer de vuestras sombras. 

¡Oh, Pueblos! La muerte, sobre el suelo, aun yace fresca, palpita, y de vez en cuando con su técnico latigazo, nos hiere. Sobre ella quiere florecer.

¡Oh, Pueblos, Pueblos Nuevos, que estos cantos de amargura y de negra aflicción, sean el último tramo de la escalera oscura, pues más allá se abre luminosa, la puerta de la liberación!

Que estos cantos de loca desesperanza sean el impulso que os lleve a la mansión ansiada del Hombre redimido, del espíritu vencedor.

¡Oh, Pueblos, Pueblos queridos, quiero cobijar en mí toda tristeza, matar a la muerte con su propia muerte!

Mas, ¡ay!, ¡oh, Pueblos, Pueblos, Dioses de la Amargura, es la noche, la noche, la amiga fiel y atormentadora que nos anuncia el gran amanecer!...

Prólogo de "Morir, morir" de Ricardo Navia. Imp. Talleres Casa del Niño. Santiago de Chile. 1954.

martes, 27 de mayo de 2014

Soledad en la muerte...


Una anciana española de 78 años dejó instrucciones para la publicación de este aviso fúnebre donde anuncia su propio fallecimiento y el perdón hacia sus familares directos que le abandonaron cuando ella más les necesitaba. Seguramente ella no tenía ningua herencia que dejarles...

domingo, 11 de mayo de 2014

Convocatoria de artículos. Publicación Especial: “Territorios y Espacios de la muerte y el morir”


Por un proyecto conjunto entre la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones y la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires, se anuncia la convocatoria para la presentación de artículos para la Publicación Especial “Territorios y espacios de la muerte y el morir”. Los artículos se recibirán hasta el día lunes 9 de junio de 2014. Incluimos las condiciones para la entrega y forma de contacto con los editores.

Ver bases y condiciones aquí.

sábado, 26 de abril de 2014

La muerte romana


Una representación figurada de la muerte según la mitología romana. Se la muestra como un esqueleto alado con una guadaña en la mano y vestido con una mortaja constelada. Se asemeja mucho a la imagen artística más frecuente en el mundo occidental contemporáneo. Apareció en una litografía del libro de N. W. Fiske, Manual of Classical Literature (Philadelphia: E. C. & J. Biddle, 1854) p.302.

martes, 25 de marzo de 2014

Formas de muerte


La muerte puede adoptar de acuerdo a su presentación o sus características diversas formas, que definimos:
  • La muerte real es el estado irreversible de cese de las funciones vitales, con absoluta y definitiva imposibilidad de retorno.
  • La muerte cerebral o encefálica es aquella que por deterioro de las funciones cerebrales imposibilita en forma irreversible y definitiva la continuidad de la vida autónoma del resto del organismo sin medios artificiales.
  • La muerte natural es el resultado final espontáneo y esperado, común a toda persona, como evento propio de la esencia vital. Se debe a procesos mórbidos sin intervención de hechos violentos accidentales o intencionales propios o de terceros.
  • La muerte violenta resulta de un proceso lesivo antinatural con necesaria participación de mecanismos extraños o exógenos y violentos.
  • Algunas formas de muerte merecen el calificativo de “muertes no naturales” porque aún cuando no ha mediado un hecho violento sus circunstancias se apartan de lo natural (intra-operatorias- estado de prisión, etc.). La infección puede ser tanto natural como violenta, esta última, cuando se produce en forma secundaria a traumatismos, aborto criminal, contagio venéreo intencional o puntura criminal.
  • La muerte súbita es el resultado fatal de un proceso mórbido desconocido previamente y que desencadena sorpresivamente sin nada que la hiciera presagiar. Para algunos autores desde el inicio de los primeros síntomas hasta el diagnóstico de muerte han de transcurrir 24 horas, para otros una hora. Se utiliza el término en muertes naturales. Creemos que una hora es un lapso aceptable para muerte súbita.
  • La muerte inesperada se produce como consecuencia de procesos mórbidos conocidos pero cuyo desenlace no era esperado ni previsible en el momento en que se produce.
  • La muerte de causa dudosa es aquella que por determinadas circunstancias aparece como sospechosa de criminalidad. No se refiere a duda científica de situaciones clínicas sino respecto a la causa natural o violenta. En tales casos se impone el análisis de lugar del hecho, de la historia clínica y de las circunstancias. Debe conocerse que el 5% de las muertes violentas se presentan como muertes naturales. El diagnóstico de muerte de causa dudosa es previo a la autopsia, catalogar a una muerte como de causa dudosa obliga a ordenar la autopsia. Cuando existen algunos indicios que hacen sospechar violencia podemos denominarla “Muerte con causa de dudosa criminalidad” (ver luego).
  • La muerte de causa indeterminada es posterior a la autopsia y al diagnóstico, aún desde la incerteza e imposibilidad de determinarlo, se arriba por la ausencia de hallazgo alguno que permita determinar la causa de muerte o aún relacionar el óbito con una causa presunta. El diagnóstico de muerte de causa indeterminada ha de mantenerse hasta que los estudios complementarios solicitados (toxicología, anatomía patológica, historia clínica) entreguen la posibilidad de determinar la causa de muerte o se mantendrá definitivamente. La denominación de “autopsia blanca”, como un buen número de autores llama a las autopsias que no entregan hallazgo alguno de causa de muerte, exige la negatividad de los estudios de anatomía patológica y de laboratorio. Knight, curiosamente, pero con fundamento, llama a la autopsia blanca, “autopsia oscura”.
  • La muerte de causa criminal es aquella en la cual ha existido comprobadamente una intención y una acción criminal en su producción.
  • La muerte de causa de dudosa criminalidad es aquella en la cual por sus características de ocurrencia, los signos hallados o las circunstancias se sospecha razonablemente una causa criminal de muerte.
  • Muerte instantánea es la que se produce inmediata e instantáneamente después del hecho traumático. Se refiere a muerte violenta y se caracteriza por la ausencia de período agónico o, para ser más estrictos, por la extrema brevedad del mismo.
  • Muerte rápida o muy rápida requiere de algunos minutos a varias horas de agonía para su producción. Los términos de tiempo son variables aún cuando la misma ha de producirse cómo máximo dentro de las 24 horas.
  • La muerte tardía o diferida es aquella que se produce con relativa posterioridad al hecho traumático que inició el proceso. Este período suele ser variable y ocurre por lo general en internación. El punto de mayor trascendencia suele ser atribuir el nexo entre el hecho causal y el deceso. Entendemos que la muerte tardía requiere más de 24 horas para su producción.
  • Muerte violenta “sine materia” es aquella muerte ocurrida en circunstancias violentas pero en la cual la autopsia no permite determinar la existencia de una lesión traumática idónea para producir por si misma la muerte. Se suele observar –entre otros- en casos de castigo a personas mayores en ocasión de privación de libertad y robo. Los mecanismos implicados en estos casos suelen ser: a) La sofocación, pero en tal caso no es infrecuente observar patrón anatomopatológico de asfixia. b) El daño axonal difuso sin repercusión orgánica que permita su diagnóstico aún histológico o un mecanismo cardíaco de índole funcional como una arritmia desencadenada por stress o un mecanismo inhibitorio. c) El Infarto de miocardio reciente también puede provocar la muerte sin que la histología pueda realizar diagnóstico. La correcta interpretación de los hallazgos del lugar del hecho y de la autopsia permitirá inferir la causa y entregar una presunción razonable de causa de muerte. Debe considerarse que en ocasiones un hecho traumático de índole emocional puede desencadenar un proceso fisiopatológico que culmina con la muerte como ocurre en ocasión de un infarto de miocardio o a partir de una crisis hipertensiva
  • Si bien la apariencia de muerte, por definición, no corresponde a una forma de muerte, se hace necesaria entregar un concepto sobre ella en éste capítulo. La muerte aparente es aquel estado en que las funciones vitales aparentan encontrarse abolidas como ocurre en la catalepsia. A lo largo de la historia ha dado lugar a numerosas conjeturas en relación a errores diagnósticos. Quizá sea la muerte aparente uno de los temas de la Medicina Legal en los que, a partir de las leyendas populares, más ha dado que hablar. Una de las leyendas populares en relación a muerte aparente más conocidas nos la relata Thoinot: “El caso de Vesalio se ha hecho célebre: Practicaba la autopsia de un gentilhombre español de la corte de Felipe II y tenía ya abierto el pecho, lo mismo que el pericardio cuando en el momento de descubrir el corazón observó un movimiento indicador de vida. Vesalio sólo pudo escapar a la sentencia de muerte por el favor de Felipe II, debiendo desterrarse en Jerusalén”. Vesalio, el conocido anatomista, era el médico de los reyes de España, nació en Bruselas y profesó en Lovania, Papua y Venecia. El caso de que se trata lo refiere ya el Diccionario histórico de Morera como una fábula de Languet” . Por más que resulte risueño no ha de considerarse este tema sólo en lo atinente a hechos pasados o de dudoso valor histórico. En la actualidad todavía ocurren hechos que hacen a éste tema actual y real. El diario “La Capital” de Rosario del día 01 de Agosto de 2007, titulaba: “Demandan a un sanatorio que dio por muerto a un anciano”, el texto de la noticia publicada en Policiales mencionaba que “El hombre estaba inconsciente y se descubrió que estaba vivo cuando era trasladado a la cochería; el PAMI dijo que investigará lo sucedido. Además el artículo periodístico hacía referencia a que “Los familiares de Juan Llandor, el hombre de 71 años que ayer a la tarde fue dado por muerto en un sanatorio privado de Quilmes contratado por el PAMI, y que horas después se descubrió que estaba vivo cuando era llevado a la cochería, denunciaron al establecimiento a la Justicia y aseguraron que la obra social de jubilados "es un desastre"”. Nótese además de la actualidad del tema, que cobra vigencia a partir de un diagnóstico equivocado por negligencia y/o impericia, el análisis que a partir de ello se realiza sobre la Obra Social toda con el consecuente reclamo judicial. 

jueves, 20 de marzo de 2014

Vehículos fúnebres I



Una carroza fúnebre del año 1940 perteneciente a la funeraria Briz S.A. de la ciudad de Tacuarembó, Uruguay. Dicha empresa fue fundada en el año 1930 por el empresario Germán Ulises Balestra y aún sigue funcionando luego de más de 84 años de servicio. Observe la severa elegancia de la carroza con su diseño con arabescos propia del gusto de la época.

jueves, 13 de marzo de 2014

La Muerte


Título: "La Muerte"
Autor: Soho Tank
País: México
Fecha: 2011

 

domingo, 9 de marzo de 2014

Post Mortem LXXIX


Cuando los cadáveres, sean de adultos o de niños, aparecen retratados con los ojos abiertos, adquieren un aspecto mucho más impresionante. Será por aquello de que "los ojos son el espejo del alma". Pero sí a eso le agregamos la boca abierta, entonces el aspecto se vuelve inquietante y a veces aterrador. Sin embargo, en este caso, por tratarse de una niña, todo lo desagradable se ve atenuado en favor de un aspecto tranquilo y extático, como si ella ya estuviese ingresando en el Eliseo...

lunes, 3 de marzo de 2014

Subido al cielo...


Este aviso fúnebre fue publicado en el diario madrileño  El Imparcial en su edición del 17 de enero de 1885. Allí se anunciaba que niño Miguel Malo subió al cielo e invitaban por ese medio a la ceremonia fúnebre.

domingo, 2 de marzo de 2014

Esposa católica, esposo protestante



Esta curiosa fotografía fue tomada en un cementerio holandés en el año 1888. Muestra las tumbas de una señora católica y su esposo separados por un muro y unidos por un apretón de manos. La razón es simple: ambas religiones tenían sectores separados dentro del camposanto pero eso no les ha impedido mantenerse unidos más allá de la muerte...

viernes, 28 de febrero de 2014

Las causas de la vejez y de la muerte

 

Nuestro desmesurado deseo de vivir está en pugna con los achaques de la vejez y la brevedad de la vida. Poseemos el instinto de la vida, pero carecemos del de la muerte. La humanidad entera se estremece ante la muerte, ante el espectro de la degradación física y moral de la vejez. Las mismas religiones solo le han producido un débil consuelo. Predican la resignación ante lo inevitable, y para mitigar el pavor, para satisfacer el deseo innato de vivir, de vivir sin tregua, nos auguran que hemos de renacer en otra vida mejor: la vida eterna. En su inmensa piedad por la pobre humanidad, a la que nada podría consolar de la pérdida de la vida terrenal, estas religiones afirman rotundamente que la otra vida será infinitamente mejor. Sin embargo, ateos y creyentes piden a Dios o a la ciencia que les prolongue la existencia sobre la tierra y les aleje los achaques degradantes de la vejez. 

Desgraciadamente, cuando menos hasta estos últimos tiempos, la ciencia se ha mostrado impotente para procurar un remedio a la vejez y alejar el término fatal. Conocemos las causas indirectas de la senectud, los efectos de ciertas dolencias; pero ignoramos completamente la razón íntima de la decadencia de nuestros órganos, decadencia que se produce inevitablemente en una época casi fija. Por encima de las causas banales, queda una incógnita insuperable: ¿Podremos abordarla, podremos penetrar el misterio de nuestro organismo y dar con la causa primordial de nuestra vejez y de nuestra muerte? Únicamente la solución a este problema, al descubrir el secreto de la naturaleza, podría encaminarnos hacia el remedio posible contra el estado senil, que a cierta edad influye lamentablemente sobre nuestro cuerpo. 

Por arduo que sea el problema, no debe considerarse fuera del alcance de las investigaciones permitidas a la ciencia. La imposibilidad de conocer el origen de la vida y la aparición del primer ser viviente, en ningún modo debe excluir la posibilidad de descubrir la causa de la muerte. En efecto, el origen de la vida se remonta a millones de años, y actualmente nos es imposible reconstruir las condiciones atmosféricas: calor, humedad, composición del aire, radiaciones, así como el estado de la materia, muy particular en tal circunstancia, que permitieron el surgimiento de la vida. 

Por el contrario, la muerte es un fenómeno que en hartas ocasiones nos es dable observar. Nuestro estudio puede extenderse desde el ser más simple al organismo más complicado. Es más, por la experimentación podemos comprobar una hipótesis que nos sugiere la observación: si bien nos es imposible crear artificialmente la vida, artificialmente podemos realizar las condiciones que aceleren o alejen la muerte. La investigación en este sentido está por lo tanto justificada, y el fracaso de las investigaciones anteriores no debe invalidar ningún nuevo esfuerzo que tienda a resolver este problema, el más grave, el más avasallador para la humanidad.

De "A la Conquista de la Vida" por el Dr. Sergio Voronoff; Editorial Claridad, Buenos Aires, s/f.

martes, 25 de febrero de 2014

El Retrato y la Muerte


Título: "El Retrato y la Muerte"
Autora: Virginia de la Cruz Lichet
Editorial: Temporae
Lugar: Madrid
Año: 2013

En el pasado, cuando un ser querido moría, los que velaban su cuerpo pedían a un profesional que sacara una foto del cuerpo antes de ser enterrado. Los motivos eran varios pero solo dos importantes. Lo primero que hay que tener en cuenta es que la muerte no era algo tan ajeno. Era rutina. El que perdía a un hijo, a un hermano o a una madre quería tener una imagen suya como recuerdo, “para no olvidar su cara”. Por qué no sacaban una fotografía de esa persona en vida es una pregunta que nos hacemos ahora pero que no se formulaban entonces. No se podían permitir tener miles de fotos y escogían gastar el poco dinero del que disponían en la última imagen posible. Segundo, les servía como documento notarial. Si uno enviaba a las Américas la fotografía del fallecido (o un álbum del entierro), podía esperar con seguridad un envío de dinero para pagar todos los gastos.

Todas esas fotografías han llegado hasta nosotros porque la muerte lo deja todo atrás, pero no fueron hechas para la galería. Formaban parte de la intimidad familiar. Hoy se conservan en manos de coleccionistas (algunas cuestan muchísimo dinero) y en vitrinas de museos etnológicos. Se estudian, se analizan y se catalogan. Las poses obligadas forman parte de movimientos artísticos. Como ángeles, como la Alicia de Carroll. Aquí tenemos un álbum recuerdo del entierro de una joven llamada Josefa Ogea Sisto y en ésta otra podemos observar cómo la luz incide sobre el perfil. El trabajo de Virginia de la Cruz Lichet es impecable y muy respetuoso.

Mi aficción por este tipo de fotografías es heredada y, al mismo tiempo, inexplicable. Una vez compartí mi vida con un hombre que rondaba y al que rondaban. No espíritus inexistentes sino recuerdos de la infancia en un cementerio. Me contagió la melancolía y ahora solo siento ternura cuando las miro. Ojalá los demás lo entendieran así también.

Vía: Uno de libros

sábado, 15 de febrero de 2014

Mussolini, último acto

Título: "Mussolini, último acto"
Autor: Luciano Boccardini

La ejecución se realizó el 28 de abril de 1945; según la versión oficial, Mussolini fue fusilado, junto a Clara Petacci, en Giulino di Mezzegra, cerca de Dongo. El método casi secreto y expeditivo de la ejecución fue decidido por la presunta intención de los Aliados de capturar vivo a Mussolini y procesarlo ante un tribunal internacional (con la posibilidad que fuese condenado a una pena menor o absuelto), mientras muchos partisanos exigían por el contrario que se aplicase pena de muerte al Duce tal como había sido decretada por el Comité de Liberación Italiano El sueño del Duce, un líder tragicómico, había terminado. Así terminan los tiranos....

miércoles, 15 de enero de 2014

La última milla de un corredor



Jim Kelley, un conocido corredor de Cascade Townships, en Michigan, Estados Unidos, fue atropellado mientras cruzaba la calle y murió. Tenía 51 años y una miríada de amigos que decidieron acompañarlo a su morada final de la mejor forma en que los que se quedan pueden honrar a un corredor: ¡Corriendo! Kelley debió distraerse un instante, y en ello le fue la vida. Eran las 6:15 pm de la tarde, pero estaba ya oscuro. El vehículo que lo arrolló tenía la luz verde y no había ni rastros de alcohol en el conductor. Además, Kelley no solía usar ropa reflectiva (reflejante) además de los llamativos shorts con el estampado de una bandera estadounidense que llevaba a todos lados.

La esposa de Kelley pidió a los asistentes a la ceremonia que acudieran al funeral en shorts o licras, zapatos para correr, sudaderas o camisetas y los dolientes, en su mayor parte corredores, así lo hicieron. Cuando estaban a las puertas del cementerio, el organizador de la ceremonia fúnebre dijo a todos que el sitio de la inhumación estaba a una milla de distancia solamente, y propuso al grupo trotar ese tramo tras la carroza fúnebre en honor de Jim Kelley. Todo el mundo aceptó.

Kelley era famoso por su entusiasmo por correr, por lo mucho que se preocupaba por los demás, así pudiesen correr sólo medio kilómetro o un ultramaratón. Sociable, cálido, no fueron pocas las veces que olvidó sus objetivos personales durante una carrera para acompañar a un corredor en problemas. Ese tipo de personas que se preocupan más por los otros que por sí mismos. ¿Qué mejor manera de acompañarlo en su último recorrido que corriendo tras él cuando Jim corrió junto a tantos otros?

viernes, 10 de enero de 2014

Estudiantes victorianos

 
Vamos a iniciar el año 2014 con esta fotografía de unos estudiantes de medicina del siglo XIX. Parece ser que por entonces era muy del gusto de los estudiantes de entonces el retratarse junto a los cadáveres en las mesas de autopsias o con esqueletos que se usaban en las clases de anatomía. Esto que nos parece de mal gusto en la actualidad, era algo corriente en la sociedad victoriana del siglo XIX cuando se valoraba a la muerte de una manera muy distinta a la actual...