jueves, 25 de diciembre de 2008

Una sombra en el espejo




Los ojos de Don Antonio desconfían, miran al fotógrafo intensamente, como preguntándose por sus secretas intenciones. A pesar de todo, el gesto de sus manos, apoyadas sobre el mango del paraguas, expresan cierta resignación, que sea lo que Dios quiera, parece decir, e incluso se intuye cierta impaciencia, acabe ya, caballero, venga esa foto, que no tenemos toda la mañana. La imágen, obra del fotógrafo Alfonso, es quizá la estampa más conocida del poeta. Antonio Machado aparece en ella un poco desubicado, con el sombrero y el abrigo puestos, puede que a punto de salir o recién llegado al café donde está sentado, el café de las Salesas. Sobre la mesa, frente a él, se acumulan las copas vacías, casi una decena, y si no fuera por la sobriedad del rostro, habría quien pudiera pensar que don Antonio se las ha bebido todas. Sus ojos parecen los de un ratoncillo de campo, los de un ratoncillo viejo y listo que nos mira como si supiera, y callara, algo muy grave de nosotros.

Por el espejo sabemos que es día 8, ignoramos de qué mes. Las hemerotecas nos dicen que es 8 de diciembre, año 1933, y que la fotografía, la que estamos habituados a ver, no es más que una mutilación de la original. En la auténtica, a la derecha de don Antonio, aparece la periodista Rosario del Olmo, sonriente y con la mirada un poco perdida. Llama la atención el traje, tan masculino. Por lo visto, la fotografía sirvió para ilustrar la entrevista «Al comenzar el año 1934. Deberes del arte en el momento actual», a cargo de tan enigmática periodista. En esta nueva foto, ya completa, la mesa se vacía un poco, y vemos que muchas de las copas solo contienen agua. También aparece, al fondo, un hermoso teléfono negro, y se distinguen las luces que penden del techo del café, la atmósfera neblinosa por el humo.

Sobre esta fotografía ha escrito Francisco Umbral: "Hay que ver a Machado, en el café de las Salesas, con el sombrero puesto, su atroz sombrero de piedra, sólo, haciendo versos mentalmente y contando las sílabas por los dedos".Es verdad que el sombrero es hosco y, tan fuera de contexto, que se diría que don Antonio se ha traído un trozo de la tierra soriana sobre la cabeza. El sombrero es alto, apergaminado, y bajo él cabe un mundo. Uno se imagina los octosílabos creciendo como musgo en sus paredes, envolviendo la cabeza del poeta. Puede que, bajo el sombrero, se oculte la luz del cielo de Castilla, incluso que llueva, hasta puede que pasen, por allí dentro, el Duero y el Guadalquivir, a refrescarle las ideas.Pero el enigma en esta fotografía, que lo tiene, es el camarero de gesto congelado que aparece al fondo.

Bajo el inmutable 8, sobre el espejo, ha quedado retratada su figura para siempre, con aires de museo de cera. Es un hombre demasiado quieto, casi irreal, tal vez una estatua de café. Debe de andar por la edad de don Antonio, quizá más, el pelo pulcramente repeinado, pajarita, pañuelo... Parece estar esperando a que terminen de hacer la fotografía para limpiar la mesa, - ahora lo entendemos - todas esas copas sin recoger.Nos inquieta su presencia por inesperada. ¿Quién será ese señor que ha quedado para siempre junto al poeta? ¿Qué habrán hablado hace un minuto entre ellos dos? ¿Habrá pedido don Antonio una gaseosa, tal vez un mosto? A la izquierda de la fotografía aparece su brazo, sujetando sutilmente un paño blanco, y su imagen se completa como un puzzle.

El camarero tiene toda la cara de llamarse Braulio, sería fácil para un periodista avezado investigar en los archivos municipales, descubrir su identidad: don Braulio Gómez Cabanillas, nacido en 1875, natural de Navalmoral de la Mata. Alicia, su nieta, de 86 años, nos enseña en su casa de Loeches la fotografía que, durante años, ha guardado celosamente la familia.Puede, incluso, que nuestra investigación nos llevara ante las puertas de un misterio: en 1933 - nos diría el archivero - don Braulio llevaba dos años muerto. Y esa presencia de la foto, como alguno nos temíamos desde el principio, sería la de un camarero expectante desde el más allá, presto a servir la última copa.

El que suscribe, que es periodista, sí, pero tal vez no tan avezado, anduvo buscando durante meses el llamado café de las Salesas, en los alrededores de la plaza del mismo nombre. A veces mostraba a los lugareños la fotografía de don Antonio, haciendo muchas preguntas, como esos detectives de las películas, que se recorren Harlem en busca de una rubia. A los más viejos del lugar les sonaba un viejo café, en la confluencia de Bárbara de Braganza con Conde de Xiquena, pero no podían asegurarme nada. Incluso los expertos en la obra de Alfonso no supieron darme respuesta.Los del gremio, otros camareros, podían relatarte la guía completa del convento de las Salesas, de muchos siglos atrás, pero no había rastro de una historia de apenas 70 años antes.

El mundo le había pasado por encima a aquel café, lo había sepultado en el olvido como habría hecho con el pobre Braulio, de no haberse cruzado con él, aquella mañana, la casualidad, don Antonio y don Alfonso.Sucede, a veces, que los simples mortales nos cruzamos por el fondo de una de esas grandes fotografías, aunque lo más que quede de nosotros, sea una sombra en el espejo.
(¿Continuará?)
© 2004 Antonio Martínez


El Triunfo de la Muerte de Pieter Brueghel "El Viejo" (1562)


Temple y óleo sobre tabla.

Te costará encontrar un cuadro más espeluznante que este; el tema en sí, su tratamiento, los colores, los claroscuros y las múltiples escenas terribles componen un conjunto estremecedor.El cuadro fue pintado por este famoso pintor flamenco en el siglo XVI y tiene una finalidad moralizante, pretende que seamos conscientes de la rapidez del paso de la vida, la vanidad inútil de los asuntos humanos y la llegada de la muerte antes o después. Como indica su título, la muerte representada por los esqueletos se enseñorea de todo y de todos, destruye, asesina, ejecuta y arrebata vidas y posesiones. Nadie puede escapar a su acción, todos son arrastrados por el frenesí de los muy activos esqueletos. Un punto de vista altísimo nos desvela un paisaje desolado, todo es ocre, no hay plantas verdes ni agua limpia ni ningún signo de naturaleza viva. Las hogueras, los troncos secos, la destrucción y la oscuridad generalizada no permiten ningún optimismo. Incluso en el mar abundan los naufragios, los faros están en llamas y nada sobrevive. Los ejércitos de esqueletos derrotan contundentemente a los vivos y los llevan a una muerte segura. Los esqueletos se organizan magistralmente, fíjate que en el fondo del cuadro aparece la caballería esqueleta por la izquierda y junto con la infantería esqueleta de la derecha, cercan fatalmente a las personas que intentan inútilmente huir de su destino. También al fondo encuentras el “cuartel esqueleto” y todos están alrededor del edificio. Entre las colinas arrasadas y quemadas se multiplican los ataques de esqueletos y la aplicación de horribles torturas a sus víctimas, como las ruedas colocadas en alto, donde la Inquisición colocaba a los condenados por herejes, una vez machacadas sus articulaciones a mazazos para que fueran devorados por los cuervos y buitres. También puedes ver las ejecuciones inmediatas, bien por ahorcamiento o decapitación. En lo que parece una necrópolis, se producen desentierros y los que salen, o son sacados de sus tumbas, se unen al ejército esqueleto. En los primeros planos abunda la hiperactividad de los esqueletos, uno cabalga sobre un caballo famélico portando el reloj de arena (símbolo del final de la vida), otro jinete esqueleto blande la guadaña (herramienta de la muerte), y un último, en el carro lleno de huesos, toca a difuntos. Nadie se libra, ricos y pobres; viejos y jóvenes; guapos y feos. A la izquierda un rey con armadura, corona y cetro ya está en el suelo y contempla como el esqueleto coge monedas de oro de sus barriles repletos (las riquezas no nos acompañan al más allá), y otro le enseña el reloj de su final. A la derecha, amantes y juglares son presa de los soldados esqueletos que disfrutan interrumpiendo el juego y el amor y también la comida, burlándose macábramente de las damas y sus acompañantes. Los espantados vivos, a los que poco les queda, son arrastrados a un gigantesco ataúd cuya tapa es izada mediante poleas por un ingenioso esqueleto mientras sus compinches con guadañas, lanzas y espadas conducen a la multitud hacia su interior. A la derecha de este ataúd la guardia esqueleta espera su turno parapetada en unos morbosos escudos: ¡¡tapas de ataúdes!!. De nuevo a la izquierda una laguna muestra cuerpos de ahogados con el abdomen hinchado (eso pasa en la realidad) y personas que son arrojadas al agua y rematadas. Algunos esqueletos cazan humanos con una red mientras otros, vestidos con túnicas blancas tocan las trompetas. Arriba a la izquierda, dos esqueletos completan esta “orquesta” tañendo una campana que toca a muerto para no desentonar.El cuadro que resulta es de tal horror que incluso muchos vivos se les ha quedado ya la cara de cadáver, parecen zombis.

sábado, 22 de noviembre de 2008

El suicida de los anteojos





En un texto clásico de medicina forense del Dr.Nerio Rojas hay una foto impresionante de un suicida que apareció ahorcado desnudo y con los anteojos puestos. La imagen data de los años 20 ó 30 y al pie de la foto se puede leer: "Ahorcadura suicida. Suspensión incompleta". Cual habrá sido la historia y la tragedia de este hombre nunca lo sabremos. Solo nos ha quedado su imagen póstuma congelada para siempre en ese instante eterno suspendido en el espacio y el tiempo.

Fotografía de: "Medicina Legal" del Dr.Nerio Rojas, Editorial El Ateneo, Buenos Aires, 1947.

domingo, 16 de noviembre de 2008

La Esfinge





LA ESFINGE - Cementerio del Buceo, Montevideo

Esta esfinge me fascina porque al igual que su hermana mayor de Egipto está llena de misterio. No posee ninguna inscripción, no se sabe nada de ella, pero alli está en su viaje a la eternidad...


viernes, 14 de noviembre de 2008

La última foto de Lady Diana




Este es el último registro fotográfico de Lady Di con vida. Las imágenes fueron tomadas por un papparazzi el 31 de agosto de 1997 poco después de las 0.20 y justo antes de entrar al túnel donde chocarían y se matarían. Se estima que la velocidad del Mercedes era cercana a los 160 km/h. En la foto se ve en el asiento delantero, al volante a Henry Paul, cuya autopsia determinó que conducía alcoholizado. El acompañate es el guardaespaldas Trevor Rees-Jones, el único sobreviviente del accidente. En el asiento trasero se ve a Diana y a su pareja Dodi Fayed’s cubriéndose de los papparazzis.


Triplex

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Duerme en paz...



MANUELITO TRAVERSO (+29/02/1920) - Cementerio del Buceo, Montevideo

Es conmovedor el realismo de la estatua de este niño fallecido un 29 de febrero de 1920, una fecha que hasta parece una ironía del destino. Manuelito se representa tal como lucía el dia de su primera comunión. En el basamento se puede leer: "Duerme en paz que el recuerdo de tus bondades vivirá eternamente en el corazón de tus padres y hermanos".




De pie frente al Señor

JUAN FACUNDO QUIROGA (1778-1835) - Cementerio de La Recoleta, Buenos Aires

Caudillo de la provincia de La Rioja, Facundo Quiroga fue un hombre de extarordinario coraje y gran poder. Fue asesinado durante un viaje hacia el norte argentino. Sus restos fueron traídos a Buenos Aires y enterradoes en esta bóveda, coronada con la imágen de la Madre Dolorosa, realizada por el escultor Antonio Tartadini, amigo de su yerno, el barón Demarchi. Esta imagen representa a la esposa de Quiroga, transida por el dolor. Fue la primera escultura de este cementerio. La fama de Facundo persiste hasta hoy, gracias al libro que sobre él escribiera Sarmiento. Dice la leyenda que está enterrado de pie, según su expreso deseo. Solo así un macho argentino podía presentarse ante su Creador.

De "Ciudad de Angeles" del Dr.Oscar López Mato (Editorial Grijalbo, Buenos Aires, 2004)


lunes, 10 de noviembre de 2008

Una vida por una tumba


DAVID ALLENO (1854-1910) Cementerio de La Recoleta - Buenos Aires


Alleno fue trabajador de este cementerio. Se dice que ahorró durante toda su vida para comprar una parcela en la Recoleta. Viajó a Italia, donde le encomendó una estatua a Canepa, que lo representó con la vestimenta que utilizaba para sus tareas.


De "Ciudad de Angeles" del Dr.Oscar López Mato (Editorial Grijalbo, Buenos Aires, 2004)

Bajo toneladas de cemento


PEDRO EUGENIO ARAMBURU (1903-1970) - Cementerio de la Recoleta, Buenos Aires



Aramburu fue uno de los militares que depusieron al general Perón en el golpe de Estado de 1955. Luego de diecisite años, Perón regresó al pais y fue elegido presidente por tercera vez. Cuando murió fue enterrado en el cementerio de la Chacarita. Algunos años mas tarde, su tumba fue profanada y sus manos fueron cortadas y robadas. Al dia de hoy, el misterio sigue sin resolverse. Luego de Lonardi, Aramburu asumió como presidente de lo que se llamó "Revolución Libertadora". Abrió el camino hacia el gobierno democrático de Arturo Frondizi, en una elección en la que el movimiento peronista estaba proscripto. En 1970, un grupo armado secuestró y asesinó a Aramburu. Su cuerpo fue enterrado, y en 1971 sus restos fueron secuestrados para presionar al gobierno militar de la época a fin e que devolvieran el cadáver de Eva Perón. Cuando regresaron el cadáver de Aramburu, y para prevenir nuevas profanaciones, el arquitecto Bustillo (el mismo que diseñó el Hotel Llao Llao en Bariloche) y el escultor Ernesto de la Cárcova construyeron este monumento. El general Aramburu descansa así bajo toneladas de cemento.



De "Ciudad de Angeles" del Dr.Oscar López Mato (Editorial Grijalbo, Buenos Aires, 2004)

domingo, 9 de noviembre de 2008

El suicidio más hermoso


En mayo de 1947, Evelyn McHale, de 23 años, se tiro al vacío desde el mirador situado en la planta 86 del Empire State Building (Nueva York, EEUU) tras ser dejada por su novio. Fue a caer sobre el techo de una limusina que en aquel momento estaba vacía. Evelyn dejo una nota de suicidio en la que escribió: 'Él esta mucho mejor sin mi… Yo no seria una buena esposa para nadie'. La mano izquierda de la chica, ya sin vida, parece acariciar su collar.Un estudiante de fotografía llamado Robert C. Wiles oyó el impacto, salio a la calle y tomo la instantánea que vemos. Esta fue publicada el 12 de mayo de 1947 en la portada de la revista norteamericana Life.Andy Warhol realizó en 1963 un cuadro con la imagen, titulandolo 1947-White.


Raquel Reznik © noviembre, 2008

El Angel de la Muerte




ADELA LEGARRETA RIVAS


El domingo 29 de abril de 1979, alrededor de las dos de la tarde, esta bella mujer cruzaba la avenida Chapultepec, a la altura de la calle Monterrey, en Ciudad de México. Ese día se había arreglado desde muy temprano para asistir a la presentación de un libro suyo. Como el teléfono no funcionaba, tuvo que desplazarse hasta la casa de su hermana, que vivía a dos manzanas, para decirle que el taxi ya venía a recogerlas a ambas. Cuando Adela volvía a casa, su particular ángel de la muerte se le apareció en forma de Datsun blanco, que la arrolló y estampó contra el poste de un semáforo. Y quedó su cadáver cogido al poste, con los ojos entreabiertos y la vacía mirada apuntando al cielo, como mueren las actrices en el cine y las sopranos en los dramas.


Raquel Reznik © noviembre, 2008

Adolfo Berro no tenía tiempo






ADOLFO BERRO (1819-1841) - Cementerio del Buceo, Montevideo

Morirse a los 22 años es imperdonable. Eso le pasó al jóven, casi adolescente, poeta uruguayo Adolfo Berro. Hoy dia nadie lo recuerda porque pasó como una estrella fugaz, fue solo una promesa. Estudió Derecho, ayudó a los pobres y se sintió fascinado por el movimiento romántico de la época. Cuesta creer como en un medio tan limitado y convulsionado como era el de Montevideo en la primera mitad del siglo XIX hayan surgido jóvenes espíritus tan sensibles. Adolfo era uno de ellos, dejó algunos prometedores poemas y nada mas. Nunca sabremos que hubiera llegado a dar, la tuberculosis se llevó. Así morían los románticos. En su tumba de marmol blanco se puede leer: "A la memoria de Adolfo Berro, la Juventud de su Patria".


sábado, 8 de noviembre de 2008

"Por qué, por qué..."



LILIANA CROCIATTI de SZASZAK (1945-1970) - Cementerio de la Recoleta, Buenos Aires.

Esta hermosa joven encontró la muerte en un alud durante su luna de miel. Como única hija, sus padres erigieron este sepulcro en homanaje al particular estilo que cultivaba. La estatua fue encomendada a Wilfredo Villarich, que utilizó fotos de Liliana en compañía de su perro predilecto Sabu, que había muerto diez años antes. Su padre, un famoso estilista, escribió un poema en italiano, en el que demuestra su dolor.


De "Ciudad de Angeles" del Dr.Oscar López Mato (Editorial Grijalbo, Buenos Aires, 2004).

La misteriosa dama de blanco




RUFINA CAMBACERES (1884-1903) - Cementerio de la Recoleta, Buenos Aires


Rufina Cambaceres (1884-1903) era descendiente de una importante familia. Su tio fue un reconocidao político y su padre, Eugenio (1843-1888), un escritor que develó la hipocresía social de fines del siglo XIX. (Su padre se había casado con una actriz austríaca. Este matrimonio nunca fue bien visto por la aristocracia local). En la noche en que celebraba sus diecinueve años, fue encontrada muerta sin causa aparente. Enterrada rápidamente, los guardianes del cementerio luego de algunos dias que el ataúd se habia desplazado. Al abrirlo vieron golpes y rasguños en el rostro de Rufina, seguramente provocados por su intento desesperado de escapar, puesto que fue enterrada viva, presumiblemente en estado de catalepsia. Nadie sabe con exactitud que sucedió, aunque había sido examinada por tres médicos. Su familia eligió a Richard Aigner para la realización de la escultura art nouveau adornada con abundantes detalles florales, que pretende guiar a Rufina hacia las puertas celestiales, dejando atrás sus terribles últimos momentos. Quizás Rufina sea la misteriosa dama de blanco que mucha gente jura haber visto vagando por la noche cerca del cementerio.


De "Ciudad de Angeles" del Dr.Oscar López Mato (Editorial Grijalbo, Buenos Aires, 2004).

Ciudad de Angeles


La muerte es realmente un misterio que nos preocupa a todos, en mayor o menor medida, y solo podremos descifrarlo cuando ella nos sorprenda. Muchas veces, el temor a la muerte y a todo lo que con ella se relaciona, genera rechazo a visitar los cementerios. Sin embargo, en ellos descansa gran parte de la Historia de un país. Realizar una visita guiada puede convertirse en una experiencia enriquecedora y por qué no, hasta con tintes divertidos. De a poco iremos visitando tumbas y panteones de los cementerios de la Recoleta de Buenos Aires y Central y del Buceo de Montevideo. En cada uno de ellos hay historias apasionantes de amor, de locura y de muerte. Me encanta la imágen del angelito dormido que se repite en los mausoleos. El cumple una función muy importante y muy poética, el vence a la muerte, porque cuando un ángel está dormido la muerte no tiene poder...


El dios Tanatos


Era hijo de la Noche, que lo había concebido sin auxilio de otro dios alguno, y hermano del Sueño (Hipnos); enemigo implacable del género humano, odioso aún entre los inmortales, ha fijado su morada en el Tártaro, según Hesíodo, y delante de la puerta de los Infiernos, según otros poetas. Cuando Hércules bajó a los Infiernos a liberar a Alceste, lo encadenó con lazos de diamante. En Grecia se lo nombraba raramente, porque la superstición temía despertar una idea molesta recordando al espíritu la imágen de nuestra destrucción. Los helenos y los lacedemonios lo honraban con un culto particular, sin que de él se sepa cosa alguna. Los romanos le levantaron altares también. Su corazón era de hierro y de bronces sus entrañas. Los griegos lo representaban con la figura de un niño negro, con pies torcidos y acariciado por su madre la Noche; alguna vez, sus pies, sin ser deformes, están simplemente cruzados, símbolo de lo molestos que los cuerpos se encuentran en la tumba. Esta divinidad aparece también en las esculturas antiguas con una cara deshecha y enflaquecida, los ojos cerrados, cubierto con un velo y, como el tiempo, con una guadaña en la mano, como para indicar que los hombres son segados en masa como las flores y la hierbas efímeras. Los escultores y los pintores han conservado esta guadaña a la Muerte, complaciéndose en darle los rasgos mas asquerosos. Lo más frecuente es que la representen en forma de esqueleto. Los atributos comunes a Tanatos y la Noche son las alas y el hachón invertido; pero Tanatos se distingue aún por un ánfora y una mariposa; una, para guardar las cenizas, y la mariposavolando, emblema de la esperanza en otra vida. Hipnos simboliza sobre las tumbas al Sueño eterno.

De "Nueva Mitologia Griega y Romana" de P.Commelin (Editorial Atlas, Buenos Aires, 1944).


"Buenas noches, y bienvenidos a esta presentación privada de tres cuadros, que se enseñan aquí por vez primera. Cada uno es una pieza de coleccionista, no por la calidad artística, sino porque cada uno captura en su lienzo, suspendido en el tiempo y el espacio, un gélido momento de una pesadilla."



Así presentaba Rod Serling Galeria Nocturna a principios de los años 70. La serie trataba temas fantásticos y de ciencia-ficción, que se combinaban con un humor irónico, que hacía que en ocasiones lo que era una terrible historia se convirtiera en una comedia terrorífica. Esas palabras me parecen muy apropiadas para iniciar este camino por el mundo oscuro de nuestros miedos mas íntimos. En este blog voy a tratar el mundo de la Tanatologia, la muerte y los muertos. El Angel de la Muerte está allí, esperándonos a la vuelta de la esquina, o quizás a tu lado ahora, quien sabe...