lunes, 20 de septiembre de 2021

Servicio fúnebre


El martes 14, tuvimos el gusto de asistir a la Iglesia Matriz, al servicio fúnebre que la población italiana celebró en honor de las matronas María Mazzini y Rosa Garibaldi. Diremos brevemente el todo de la función. A pesar de ser día de trabajo había bastante concurrencia. Además de las damas italianas, notamos lo más lucido de las Señoritas y Señores Orientales que con su presencia daban realce a la fiesta. Parte de la compañía lírica italiana cantó la Misa (de Giuffra) y tuvimos el placer de oír por primera vez a tan fascinantes señores. El túmulo en forma piramidal, estaba adornado con inscripciones relativas a los objetos de la fiesta. A la entrada del templo, había también un cuadro con una inscripción en italiano, que sentimos mucho no poderla reproducir. Ocupó la cátedra de San Pedro el presbítero Bechis; se ocupó de las virtudes de ambas matronas; y concluyó pronosticando la suerte futura de la Italia. Solo deploramos que el panegírico fuese leído, lo que ha dado lugar a grandes críticas.

De: "El Observador", Nº 15, Montevideo, 21 dic. 1832.

sábado, 18 de septiembre de 2021

La antropofagia en el Brasil

Canibalismo en Brasil en 1557, grabado de Theodor de Bry

Clemente N., de 22 años de edad, natural del municipio de Salina (Brasil), mató hace tiempo, a una mujer llamada María en los márgenes del río Jundiá, y haciendo fuego en ese lugar, después de asar la carne de la desgraciada, la comió en compañía de su amante, de nombre Francisca. Poco tiempo después, armado de un garrote, mató a su amante, devorándole las carnes enseguida. Aún no habían pasado diez día y ya el caníbal celebraba otro banquete con los cadáveres de dos infelices criaturas, hijas de Franceca.

No satisfecho con tantos horrores, invitó una tarde a un amigo de nombre Simplicio para un paseo, y consiguió que el infeliz pernoctase en su casa, matándolo mientras dormía. El cadáver del desgraciado sirvió de pasto al apetito monstruoso y feroz del caníbal. Algunos meses después asaltó a un tropero llamado Basilio, lanzóse sobre él y le asesinó. En momentos que se disponía a empezar el festín con los restos de su víctima, apareció la justicia, y rodeando la casa consiguió capturarlo.

Llevado a presencia de la autoridad policial, Clemente declaró que la primera vez que comió carne humana en casa de un individuo de nombre Leandro, que mató a un sino llamado Manuel. El criminal hizo esta declaración con la mayor calma, y no ha revelado desde el momento de ser aprehendido la más pequeña señal de arrepentimiento.

De "El Avisador", Salto Oriental, (13 ene. 1891).