Juan Idiarte Borda (1844-1897), político uruguayo perteneciente al Partido Colorado, presidente de la República entre marzo de 1894 y agosto de 1897, víctima del único magnicidio registrado en la historia del Uruguay.
El 21 de marzo de 1894, asumió la Presidencia Constitucional del Uruguay, comenzando un gobierno absolutamente bipolar, donde las dificultades económicas se agudizaron tremendamente por el desorden administrativo, pero donde realizó importantes obras. Una vez en el poder, Idiarte Borda demostró su poca habilidad para la maniobra y el acuerdo, lo que le valió el inicio de una de las guerras civiles más sangrientas del Uruguay, la Revolución de 1897. Dicha contienda se desató en medio de una áspera polémica en torno a su persona, pues se le acusaba de permitir e incluso favorecer el fraude electoral, según el antecedente de Julio Herrera y Obes. José Batlle y Ordóñez le realizó una firme y severa acusación, donde lo califica de “El más grande manipulador de todos los escandalosos fraudes que en este período se han cometido”. Esta declaración ya advertía sobre la futura rivalidad entre las filas batllistas y los militantes idiartistas, que le costaría la vida al mismo Presidente Borda. Pero el problema más grande de su gobierno seguía en pie, la contienda civil seguía su curso con su secuela de fallecidos y heridos, sin mencionar los perjuicios económicos. El 25 de agosto de 1897, Idiarte Borda se disponía a asistir a la celebración de un Te Deum en la Iglesia Matriz de Montevideo. A la salida de la ceremonia, mientras desfilaba a la cabeza de una comitiva por la calle Sarandí –Ciudad Vieja–, yendo desde la Catedral a la Casa de Gobierno, desde el portal número 331 de dicha calle, un solitario atacante, Avelino Arredondo, lo asesinó de un impacto de bala frente al Club Uruguay. La bala dio en el corazón y el Presidente Idiarte Borda falleció instantáneamente.
Vía: Uruguay Educa
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