La niña se encuentra tendida sobre la cama vestida de blanco figurando la pureza y la inocencia infantil. mientras la luz entra por la derecha. No deja de ser curioso que el cuerpo de la niña no ocupa una posicón central sino lateral, sin embargo el efecto logrado no es el mejor. La profusión de imágenes religiosas y objetos litúrgicos en la habitación determinan un resultado un tanto grotesco.
1 comentario:
Me alegra que se haya perdido esa antigua costumbre de fotografiar a los muertos.
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