La muerte es poderosa, pero la realización de la vida resume el sentido de la eternidad. Y pocos como ella le dieron a la fugacidad de su tiempo la dimensión de una existencia realizada. Porque la vida de Margarita Isnardi tuvo la densidad trágica de los señalados.
Vivió para la acción y la sabiduria y enfrentó a la muerte con una increíble y férrea lucidez. Para ella, la ciencia fue un modo de expresar su rigurosa y esperanzada concepción de la vida y de traducirla con sacrificio. Pocas veces se conjugó la objetividad del saber con un modo poético de vivir; el dolor lacerante con el obseso cumplimiento del deber; la búsqueda de una verdad trascendente, con el compromiso con su tiempo.Estaba tallada en la implacabilidad del heroísmo.
Este es un libro escrito en una larga carrera contra el dolor y la muerte. La palabra ucha, de su título, era un imperativo de su conducta. - ¿Cómo es? ¡No, no tengo miedo!, - fueron sus últimas palabras. Saber y enfrentar hasta el fin la alegría de vivir, la esperanza en un mundo que ella sabía empezando dialécticamente aquí y ahora. Sí, todo heroísmo.
Prólogo de "La lucha por ser hombre" de Margarita Isnardi. Fundación Editorial Unión del Magisterio. Montevideo, 1970.
No hay comentarios:
Publicar un comentario