Molken, el verdugo de Boston, se ha suicidado, y he aquí porqué: Hace cuatro meses se encontró asesinada en su cama a una joven amazona del circo de Rudy Bolsk. John Jurret, amante de la víctima, fue juzgado y condenado a muerte el 2 de noviembre, por creérsele autor de crímen. Desde ese día se vió a Molken más triste y sombrío que de costumbre, y desapareció de las tabernas; pasaba los días encerrado con un cuervo que había críado. La víspera de la ejecución, el sheriff le previno que estuviese preparado. Al día siguiente no apareció, y al ir a buscarle a su casa, fue hallado colgado en la horca que había levantado en su huerto. El cuervo se había comido los ojos, las narices y la mejilla derecha de su amo. En el pecho tenía Molken un cartel con estas palabras: "Jurret es inocente. Yo soy el único culpable y espío mi crímen. Lego mi casa a Jurret y deseo que el dinero que se me debe se le entregue a él." Jurret fue puesto en libertad.
De "El Mercantil del Plata", N° 14. Montevideo, 18 abr. 1868.
2 comentarios:
Posteas articulos periodisticos sombríos. Quienes buscan la sombra para aliviarse del ardor del sol te agradecemos.
Realmente siento un placer culposo al leer este tipo de artículos, alimentan mi hambre de literatura y chusmerio
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