Por Ley Nº 484 de 28 de junio de 1856, se decretan las honras fúnebres que deben tributarse al General José Artigas. El 15 de noviembre del mismo año se dictó el decreto reglamentario de los honores póstumos. El 20 de noviembre de 1856, se realizaron las exequias de acuerdo con el ceremonial fijado, inhumándose los restos mortales del Padre de la Patria al pie del Cristo de piedra, que estaba colocado donde hoy se levanta la Rotonda del Cementerio Central de Montevideo.
El 15 de junio de 1859, con motivo de haberse expedido la Comisión Técnica encargada de examinar las propuestas para la construcción de la Rotonda del Cementerio Central, la urna conteniendo los restos del General José Artigas fue trasladada al panteón de propiedad particular del Presidente de la República, Gabriel Antonio Pereira.
Habiéndose concluido las obras de construcción de la Rotonda del Cementerio Central, e inaugurada ésta el 1º de noviembre de 1863, se solicita y obtiene resolución del gobierno del Presidente don Bernardo P. Berro, a afectos de hacer solemne traslado de los restos de Artigas, que desde 1859, y "con carácter provisorio", se hallaban en el sepulcro familiar de don Gabriel Antonio Pereira, a dicha Rotonda. El 24 de enero de 1864, en ceremonia privada, los restos sagrados del Jefe de los Orientales son trasladados a la Rotonda.
El 31 de octubre de 1877, durante el gobierno del Coronel Lorenzo Latorre, se hace efectivo el cambio de urna de los restos del General José Artigas. Esta urna es la que aún hoy los alberga; está construida en madera de cero enchapada en jacarandá, con incrustaciones de plata, con su correspondiente pedestal.
En 1884, el Presidente General Máximo Santos, en cumplimiento de un plan de homenajes a los héroes nacionales y haciéndose eco de la corriente de opinión formada por los estudios reivindicatorios de Bauzá, Fregeiro y Ramírez propició un proyecto de ley, por el que se declaraba "duelo nacional" del día 23 de setiembre, fecha del fallecimiento del Fundador de la Nacionalidad Oriental. Aprobado el proyecto de ley el 17 de setiembre de 1884, el Poder Ejecutivo dispuso que el día 23 se celebrara en la Catedral de Montevideo un solemne funeral para el cual sería conducida la urna que custodiaba los restos de Artigas, y luego devuelta al Cementerio acompañada de una procesión cívica presidida por los poderes públicos. Por causa del mal tiempo, los actos programados en Montevideo se realizaron el 27 de setiembre.
Al llegarse al primer centenario de la muerte del Prócer, el Gobierno de la República presidido por don Luis Batlle Berres, tomó un importante conjunto de disposiciones a efectos de conmemorar condignamente tan magna fecha y realizar relevantes homenajes nacionales e internacionales al Protector de los Pueblos Libres. La urna conteniendo los restos del Héroe fue colocada en un túmulo al pie del Obelisco de los Constituyentes de 1830, en la intersección del Bulevar Artigas y 18 de Julio.
El Decreto Nº 236/972 de 3 de abril de 1972, dispuso el traslado provisorio de los restos del General Artigas, del Panteón Nacional a custodia del Regimiento de Caballería Nº 1 "Blandengues de Artigas".
El 19 de junio de 1977, de acuerdo con el Decreto Nº 329/972, se procedió a la solemne inauguración del Mausoleo construido en la Plaza Independencia de Montevideo, debajo y detrás de la estatua de Artigas, destinado a albergar en su eterno descanso a los restos del Fundador de la Nacionalidad Oriental y servir de sitio de peregrinación cívica, de reflexión individual, de serena meditación, de reencuentro con los valores esenciales de todos los hijos del país. De veneración y respetuoso encuentro con su ideario de valores universales, para los visitantes ciudadanos del mundo.
De la "Serie de Temas Nacionales 8: Panteón Nacional; edición de la Biblioteca del Palacio Legislativo, Montevideo, 1979.
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